Autor

Niefar Abgar Calancha Zuniga (Cusco, 1987)

Estudiante de Pregrado en Economía, Universidad Andina del Cusco practicante del área de Estudios Económicos de la Cámara de Comercio del Cusco y autor del web blog Teórico Accidental.

Interesado en temas de economía del desarrollo, políticas públicas y descentralización; es co-fundador del Centro de Investigación Económica Escuela Andina.

Ha participado en la organización de actividades académicas como el II Congreso Regional de Estudiantes de Economía 2009 (Director de Relaciones Públicas), el I Encuentro de Líderes y Jóvenes Universitarios (Escuela Andina y UAC: 2009/ Director Ejecutivo), entre otros.

Ha sido expositor en el Taller de Gestión Empresarial en el Centro de Educación Técnico Productivo Chinchero (UAC: 2010) y el I Conversatorio en Política Económica (EA y UAC: 2010), así como representante estudiantil en la Asociación Nacional de Estudiantes de Economía del Perú (Delegado Pleno UAC: 2009-2011).

Ha participado en el Programa de Liderazgo para la Transformación dictado (Instituto de Gobierno – USMP y CAF: 2010), así como en otros programas y talleres organizados por la Universidad de Piura (2009), el Instituto de Innovación para la acción contra la pobreza (IPA: 2010), la Escuela Nacional de Estadística e Informática (ENEI: 2009), etc.

Amante de la economía en todas sus formas, las tertulias y la música ha sido voluntario en campañas de ayuda a damnificados por desastres naturales (MCLCP: 2010).

«… the ideas of economists and political philosophers, both when they are right and when they are wrong, are more powerful than is commonly understood. Indeed the world is ruled by little else. Practical men, who believe themselves to be quite exempt from any intellectual influence, are usually the slaves of some defunct economist. Madmen in authority, who hear voices in the air, are distilling their frenzy from some academic scribbler of a few years back. I am sure that the power of vested interests is vastly exaggerated compared with the gradual encroachment of ideas. Not, indeed, immediately, but after a certain interval; for in the field of economic and political philosophy there are not many who are influenced by new theories after they are twenty-five or thirty years of age, so that the ideas which civil servants and politicians and even agitators apply to current events are not likely to be the newest. But, soon or late, it is ideas, not vested interests, which are dangerous for good or evil.» (J.M. Keynes. The general theory of employment, interest and money:1936 pág:383–4))